Buenos días, ¿cómo estás? Esta semana he tomado una de las decisiones más deseadas de mi vida empresarial. 

Por fin voy a trabajar con la empresaria de mis sueños.

Me ha costado 6 años ver, o bueno, quizá ver, no es el verbo indicado, mejor llamarlo: ¿El maestro aparece cuando el discípulo está preparado…?

No, no, no.

El maestro ha estado apareciendo estos 6 años que llevo con mi emprendimiento, el problema era que yo no estaba preparada.

¿Preparada?

Sí. Ahora tengo el dinero para pagar por sus servicios y he creado el tiempo para ejecutar todo lo que me diga.

Y esto es lo que te quiero contar hoy. 

Probablemente, te pase que digas, ¡joder, no me compran, no me siguen, no comentan…!

Las personas necesitamos diferente tiempo para tomar decisiones. Hay veces que basta ver una cosa una vez para comprar, pero otras, pasan años y años y no compramos, y de repente un día, sin esperarlo, bum, compras.

¿Por qué ahora sí y hace 3 años no?

1. Tanto tu cerebro como tú están preparados. (Muy dentro de ti sabes que es el momento).
2. Ahora estás plenamente segur@ de que lo necesitas.
3. Sabes que con tanto ruido ahí fuera, es la opción certera para lo que quieres conseguir.

Más…

¿Y sabes por qué ahora sí?

Porque esa persona ha perseverado para que yo la vea una y otra vez. No ha desistido a la primera de cambio. Ha continuado trabajando con foco, actitud y teniendo los objetivos muy claros.

Ha tenido fe y esperanza en que eso que ella quería se iba a dar, que era para ella. Y esto es lo que te quiero contar hoy. 

PERSEVERA y confía en la vida.

Ten en cuenta una cosa, si ya lo has soñado y lo has visualizado que parecía real, es para ti, seguro.

Yo me decía una frase hace unos años. Algún día voy a trabajar contigo, no sé cuando será, pero va a suceder.

6 años después, mi sueño se realiza.

P E R S E V E R A N C I A.

Grábate esta palabra a fuego y aplícatela en todo.