Pues todo comenzó cuando en uno de mis trabajos, agotada de trabajar por más de tres años sin vacaciones, (porque solo descansaba los domingos), me planté y le dije a mi jefe que me iba en agosto una semana de vacaciones. Él también se plantó, y 15 minutos antes de que pudiera tomarme mi merecido descanso, me despidió.

Me dijo, ¿quieres vacaciones, verdad? Pues ahí las tienes. Vacaciones indefinidas.

Así fue cuando a mis 30 años supe lo que quería. Elegí que ya no me despedirían de un trabajo, y que iba a cumplir mis sueños. Entonces descubrí que escribir 100 veces: “No puedo hablar en clase” no era un defecto ni una debilidad, sino un talento y una fortaleza por explotar, al igual que bailar, ¡mi hobby inesperado!

Trabajando desde que tenía 15 años como vendedora de productos y servicios de diferentes mercados, me ha convertido en una experta de la comunicación estratégica y las ventas.

Comencé a compaginar mis estudios de Publicidad y Relaciones Públicas con programas empresariales dictados por profesionales en activo, empresarios que ejercían su profesión dentro del ámbito de las materias que a mí me enseñaban, y esto fue la bomba.

A la misma vez que me iba formando con ellos, iba implementando todo lo que me decían.

Gracias a esto hoy estoy aquí para ti.